Lo que pienso sobre mí, esas creencias limitantes de identidad afectan
directamente en mi peso.
¿Me estás diciendo que esas creencias me están impidiendo adelgazar?
Muchas de mis chicas se quedan asombradas cuando les digo que nuestra forma de pensar tiene muuuucho que ver con nuestro peso.
En este nuevo artículo te lo voy a explicar para que lo tengas todo clarito.
¿Qué son las creencias?
Son aquellas ideas, convicciones, verdades absolutas que tenemos instaladas desde la infancia. Las damos cómo válidas sin cuestionarlas y esto condiciona como nos movemos en el mundo y en la vida.
Son como si lleváramos puestas unas gafas con unos cristales de un color X y esto hace que veamos nuestra vida de esa forma. Esa es mí realidad, condicionada por esas gafas, pero no es la realidad en sí.
Todas las decisiones que tomo en mi vida están condicionadas por esas gafas y eso que creo va creando mí realidad.
Hay que distinguir entre creencias que me limitan y creencias que me empoderan.
¿Cuál es el origen de estas creencias?
Para explicar cómo se han instaurado estas creencias voy a utilizar el ya conocido símil del iceberg:

La parte superior es la parte consciente donde podemos encontrar los hábitos, el comportamiento, mi peso de más… es decir, lo visible de cara al exterior y esto supone entre el 5-7% de mi mente.
En la parte inconsciente, en esa parte oculta sin embargo, se encuentra el 95% de mi mente, es la raíz de mí problema. Aquí se encuentran mis creencias limitantes, mis bloqueos inconscientes, mis procesos mentales…
Viendo la proporción del iceberg, está claro que si solo nos enfocamos en la parte de arriba como haciendo dietas, ejercicio… y descuidamos la parte inferior, nunca lograremos ese objetivo en cuanto a nuestro peso ya que inconscientemente habrá limitaciones que nos bloqueen y nos llevarán a boicotearnos y estaremos preguntándonos el por qué siempre me ocurre lo mismo?
Toda esta mochila cargadita en el subconsciente se va creando en nuestra infancia y proviene de experiencias, afirmaciones, mensajes que nos decían nuestros referentes (padres, abuelos, profesores…) y se fueron grabando en nuestro disco duro como verdades absolutas. Ten en cuenta que a esa edad de la niñez no tenemos criterio para discernir entre lo que es correcto y no y lo damos todo por válido.
Imagínate que eras una niña regordita y tus padres te decían qué torpe eras una y otra vez, pues eso se quedó grabado en tu inconsciente y ahora en la edad adulta tienes la creencia de que eres torpe. Evidentemente esta creencia es limitante y te afectará a la hora de tomar ciertas decisiones y eso a su vez te afectará en tu autoestima y autocuidado. Son las gafas que te he comentado antes que nos hacen ver la realidad de una cierta forma.
Ahora que conocemos el origen de estas creencias, ojalá tengas muchas empoderantes, pero la realidad suele ser que las personas con una relación disfuncional con la comida tenemos bastantes que son limitantes.
Pero la buena noticia es que se pueden cuestionar y modificar y te voy a enseñar el método que utilizo yo.
Como transformar esas creencias limitantes
Coje papel y boli que esto va de ponerse en acción.
- Para poder cambiar algo, primero tenemos que ser conscientes de en qué situación nos encontramos. Te invito a que te tomes un tiempo y reflexiones sobre qué creencias tienes actualmente que no te están ayudando a la hora de relacionarte con la comida. Algunos ejemplos que veo en mis asesorías de coaching han sido: siento que soy inferior a otras personas y lo pago atiborrándome de comida, de pequeña ya me pusieron a dieta y ahora no conozco otra forma de comer y al final termino comiendo de más, me daban comida como recompensa y ahora de adulta sigo así, recurro a la comida cuando siento emociones desagradables… En referencia a esto último tengo un artículo que te puede interesar, la gestión emocional y los atracones de comida. Escribe lo primero que te venga a la cabeza sin pensarlo demasiado.
- Toma cada una de esas creencias que has escrito y reflexiona sobre qué efecto te está provocando en tí y en el resto de áreas de tu vida y en las personas que te rodean. Recuerda que esto es algo aprendido e instalado en ti por otros, no te sientas culpable, tú eres mucho más que estos programas.
- Ahora te propongo que por cada una de esas creencias te hagas las siguientes preguntas, cuestiónatelo todo y lo anotes: 1) ¿De dónde proviene? 2) ¿Estoy segura al 100% de que es verdad? 3) ¿En qué me baso para decir que es realmente cierto? 4) ¿Qué estoy dejando de hacer por creer en esto? 5) ¿Cómo sería mi vida sin esa creencia? 6) Escribe una nueva creencia que sustituya a la anterior, que sea realista . Puedes utilizar palabras tipo estoy en proceso para que el cambio no se vea tan brusco y te sea más fácil creertélo.
- Es hora de empezar a cultivar esas nuevas raices, esos nuevos hábitos que te lleven a crear una vida en coherencia y te van a ayudar a equilibrar tu peso. Pon esas nuevas creencias escritas en un lugar visible y repítelos al menos 3 veces a lo largo del día. Recuerda que es un proceso, a medida que lo vayas prácticando esas viejas creencias irán perdiendo peso y empezarán a florecer esas nuevas creencias .
- Recuerda siempre, siempre confiar en ti!
Me gustará leer tus comentarios sobre qué te ha parecido este artículo y si lo has puesto en práctica. Te aseguro que te puede cambiar la vida para muuucho mejor.
Hay un libro muy interesante que te recomiendo si quieres profundizar más en el tema de las creencias y cómo afectan en nuestro cuerpo y células: se titula «La biología de las creencias» Bruce Lipton.
Si quieres conocer cuál fue mi historia con la comida y con mi cuerpo te invito a que heches un vistazo aquí.
Si sientes que este es tu momento para mejorar tu relación con la comida pero no sabes ni por donde empezar estaré encantada de que charlemos un rato y ver si te puedo acompañar. Te dejo aquí el link para que agendes una cita personal totalmente gratuita y sin compromiso conmigo.
Un abrazo muy fuerte,
NOA
